OLULA del RÍO
SIGLO XVI
“LOS CAMINOS DE OLULA”
El término municipal de Olula del Río por aquel entonces se hallaba atravesado por varias vías de pequeña importancia. Cabe destacar una vía básica que nos comunicaba con el resto de la Comarca y con el mundo exterior. Esta ruta, conocida por el “Camino de Vera”, constituía el eje fundamental de la Cuenca del Almanzora y discurría por los lugares menos dificultosos de las laderas del río y los montes. Según crónicas de la época era un camino carretero con frecuentes atascaderos gredosos especialmente en tiempo de lluvias y que los vecinos corregían cavando una fosa hasta el terreno que no calaban las aguas y colocando un lecho de piedra.
Los caminos entre las villas próximas eran de herradura, mucho más estrechos que el anterior, polvorientos, peligrosos y a veces se transformaban en simples veredas casi impracticables. Cuando el camino se hacía a caballo, el caballero velaba porque sus caballerías no se partieran las patas especialmente si se hundían en algún atascadero. En ocasiones las bestias de carga quedaban hundidas hasta la barriga, siendo muy difícil liberarlas del barrizal gredoso sin dañar al animal.
Esta red secundaria de caminos nos unía con las villas más cercanas y las poblaciones del Norte (Urrácal, Oria) y de los Filabres: Macael, Laroya, Tahal,…
Por último existían una serie de veredas y senderos de peor calidad y anchura de carácter local que se dirigían desde el casco urbano a los diferentes pagos y utilizaban diariamente los agricultores para ir a trabajar las tierras: nombrar por ejemplo el camino del Marge o el camino de Guaytar.
El campo estaba despoblado prácticamente (no había cortijos), sólo tenemos noticias de algunas almazaras y molinos de pan situados en los cursos fluviales para aprovechar la fuerza motriz del agua; una bodega de Diego Hernández; un cortijo de Hurtado de Mendoza y alguna que otra casa de inferior calidad.
Juan Sánchez 2.014
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