martes, 24 de junio de 2014

"ME GUSTAN LOS TRENES"

OLULA DEL RÍO
ASAFAL (Asociación se Amigos del Ferrocarril)

ANTONIO FERNÁNDEZ EN RUSIA
Tras su andadura por Cuba comunista hace 10 años, esta vez Antonio Fernández Medialdea, nuestro paisano olulense ha dirigido sus pasos a territorio exsoviético para realizar el recorrido del Transiberiano, el legendario ferrocarril ruso que comparte trazado con otras “grandes líneas” como el Transmongoliano y el Transmanchuriano. En es transporte, armado de paciencia y rublos quería llegar hasta Vladivostok, en la costa del Mar de Japón. Tenía que salir de Moscú y aguantar seis días de viaje.
Antonio se desplazó a Rusia, concretamente a la ciudad de Ekaterimburgo a 1.700 kilómetros de Moscú. Última semana de septiembre y primera semana de Octubre de 2.010. Iba acompañado de Milena una rusa nativa que ya le había ayudado anteriormente en el aprendizaje de esta lengua eslava a través de las nuevas tecnologías.
Durante unos diez días tuvo tiempo para pasearse en tren en pequeños trayectos por esta región asiática, a camino entre dos continentes, Europa y Asia. Probó la comida típica rusa y kazaja, (quizá la mas parecida a la española) y sufrió las inclemencias meteorológicas propias del interior, todavía soportables al no haber llegado el invierno.
La capital de esta región es Ekaterimburgo, ya en terreno asiático, una megaurbe de más de un millón trescientos mil habitantes que da paso a las inmensas llanuras siberianas. A unos pocos kilómetros de allí, en la ciudad de Pervouralsk se encuentran varios hitos que marcan la división imaginaria entre Europa y Asia. La separación natural entre un continente y otro lo conforma la cordillera de Los Montes Urales. Para el no informado pudiera parecer que es una cadena montañosa de grandes cumbres, sin embargo, pese a ser una cordillera de varios miles de kilómetros de longitud, no presenta montañas especialmente altas. Prueba de ello es que su pico más alto tiene sólo 1.895 metros.
Ekaterimburgo es una gran ciudad llena de historia. Es la cuarta ciudad más grande de la Federación Rusa y anteriormente (entre 1.924 y 1.991) se llamaba “Sverdlovsk”. A las afueras de la ciudad fueron asesinados el Zar Nicolás II y toda su familia y asistentes, en ese triste capítulo de la revolución bolchevique en 1.918. Además de esa gran ciudad, Antonio hizo incursiones en Nevjansk, otra ciudad con varios atractivos como la torre inclinada de Midov, un personaje famoso en la época de la gran siderurgia.
En lo propiamente ferroviario, puesto que Ekaterimburgo es un importante nudo de comunicaciones, en la ciudad se halla el Museo del Ferrocarril, uno de los más completos de Rusia que está ubicado, como no, en el edificio de viajeros de la antigua estación de tren. Como otras ciudades, Ekaterimburgo cuenta con su barrio ferroviario o de los trabajadores del tren.
En esta ciudad, como una gran urbe industrial que fue y que sigue siendo, nos informa Antonio, se fabricaban los tanques denominados T60 y T34, usados por el temible Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial.
La vida es más barata en esta zona del mundo, un lugar en el que apenas llegan turistas, algunos románticos y melancólicos viajeros que han oído hablar del Transiberiano en películas y reportajes televisivos.

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