Tiempos ha nuestro Instituto de Olula no tenía un nombre
propio que le distinguiera de los demás. Simplemente se le conocía con el
nombre genérico de “Instituto de Segunda Enseñanza de Olula del Río”
¿Por qué hoy se le conoce con en nombre de “I.B.
ROSA NAVARRO”?
HE AQUÍ LA HISTORIA:
Rosa Navarro Marí había nacido en la isla balear de IBIZA.
Concretamente en el pueblo de San Vicente Ferrer, Cala San Vicente, frente al
islote de Tagomago, un 16 de Agosto de 1.946. Muy cerca se encuentran las casas
de sus abuelos, lugar elegido por los fenicios para erigir su santuario a la
diosa Tanit.
Hija de D. Juan Navarro, un almeriense de Cuevas del
Almanzora, que en compañía de su padre, contratista de obras, se había
trasladado a Ibiza para construir la carretera que uniría el pueblo de San
Vicente, que está al norte, con la ciudad de Ibiza. Allí conoce a Doña Catalina
Marí, con quien contrae matrimonio y del que nace Rosa como la mayor de seis
hermanos. Dos años mas tarde el padre deja la empresa familiar e ingresa en la
Guardia Civil, siendo destinado al Coto de Doñana, lugar en el que Rosa pasa su
primera infancia, dentro del corazón del Parque Natural. Con ocho años y, por
necesidades de escolarización, el padre solicita traslado a la provincia de
Almería, instalándose en el que, pasado el tiempo, se constituiría en otro Parque Natural, el Cabo de Gata.
Allí tiene la suerte de encontrar una buena Maestra que
pronto la pone al nivel de los niños de su edad. Finalmente la familia se
traslada a Zurgena. Pero sus vivencias infantiles determinarán, su afición por
la Biología.
Inicia sus estudios de Enseñanza Secundaria preparándose
en una academia que existía en Zurgena, teniendo que examinarse libre de todas
las asignaturas en el Instituto de Lorca. Ante los buenos resultados obtenidos,
sus profesores le animan para continuar y cursar Bachiller Superior en el
Instituto de Lorca, tras obtener una beca. Ella aprovecha los veranos para
compatibilizar estos estudios con los de Magisterio, en la Escuela Normal de Almería, hasta obtener la titulación de
Maestra.
Ingresa en la Universidad de Barcelona, en la que obtiene
la Licenciatura en Farmacia (en las dos especialidades que entonces existían:
Laboratorio y Oficina) con calificación “cum laude” y Premio Fin de Carrera.
Ya casada marcha a Granada para inscribirse en una nueva
carrera. Esta vez, Ciencias Biológicas. Tenía por entonces ya dos hijos a su
cargo fruto de su matrimonio pues era consorte de D. José García Gallego,
también Docente.
Inicia su labor como Profesora en el Instituto “Cura
Valera” de Huercal-Overa y, al ganar la Cátedra de Ciencias Naturales por
Oposición, es destinada al Instituto de Olula del Río.
Desde aquí colabora con el Profesor Ribas, Catedrático de
Botánica en la Universidad de Barcelona. Hacen un estudio sobre la Botánica de
los Desiertos de Almería. Transmite su espíritu de trabajo, exigencia y
superación a todos los que le rodean. Primero a sus hermanos, tres de ellos
estudiaron Medicina, otro Matemáticas y la menor, Derecho. A sus alumnos les
enseña a coleccionar minerales, a clasificar las plantas, a manejar el
microscopio y a sentir pasión por la Ciencia. Siguiendo el ejemplo de su
Profesora, muchos alumnos marcharon a estudiar a la Universidad de Granada y
continuaron manteniendo contacto con ella. Les animaba y les ayudaba hasta
verlos ocupando más de una cátedra en diferentes Universidades.
A los treinta años le diagnostican un cáncer que le
llevaría a padecer una larga enfermedad. Durante siete años sigue en el
desempeño de sus funciones, sin tener en cuenta su deterioro físico. Lleva a
sus alumnos a visitar los Parques Naturales de Doñana y Cabo de Gata, etc. Al
final la enfermedad se le extiende a los pulmones pero ella sigue dando clase a
sus alumnos hasta poco antes de morir.
Luchadora infatigable, sencilla y austera en sus
costumbres, ocupada en el estudio. Pese a su juventud había conseguido culminar
tres carreras: Magisterio, Farmacia y Ciencias Biológicas. Crear una familia y
ganar dos Oposiciones: Catedrática de Instituto y la de Inspectora
Farmacéutica. Alguien escribió un Epitafio para resumir su vida: “MUJER
TRABAJADORA Y MADRE ABNEGADA”
Gracias por la colaboración de S. Garre.
Tras su
muerte, ocurrida el seis de septiembre de 1.985, la Asociación de Antiguos
Alumno del Instituto promueve una iniciativa para poner su nombre al Centro de
Olula del Río, petición que es secundada por el Claustro de Profesores, la
Asociación de Padres y Madres y por el Excelentísimo Ayuntamiento de Olula del
Río. Lógicamente la moción fue aprobada por unanimidad.
P.D: En 1.985 se
empezó a publicar en el Instituto de Olula una revistilla titulada “La
Carretilla”(en alusión a las famosas carretillas). Su intención era de tipo
cultural y entretenimiento como reza la portada de la que tengo en mi poder.
Participaban especialmente alumnos pero estaba abierta a los Profesores y a
cualquier persona que quisiera aportar algo considerado importante para ello.
Digo esto porque un compañero Profesor, expresó así su pérdida:
IN MEMORIAM DE
ROSA NAVARRO
NUESTRO ULTIMO RECUERDO
Todos los
que convivimos con ella durante el curso de 1.985, la veíamos diariamente subir
jadeante las escaleras del Instituto. Descansaba peldaño a peldaño. Llegaba con
diez minutos de antelación para reposar en el primer piso durante ese tiempo.
Allí recuperaba el aliento para afrontar las escaleras que la llevaban, no con
poco esfuerzo, al segundo piso donde estaba su Laboratorio de Ciencias
Naturales. Cuando se le ofreció que diera las clases en la Planta Baja se negó
¿Cómo iba a dar la Biología sin hacer prácticas? Y así uno y otro día, buscando
ávidamente el oxígeno que no quería entrar en su cuerpo. Llevaba siete años
luchando contra el cáncer, ya sólo funcionaba un pulmón, pero ella no se daba
por vencida. Cuando era consciente de encontrarse en la recta final retrasó un
día su ingreso en el Hospital por que a sus alumnos les hacía mucha ilusión
verla asistir a una obra de teatro que ellos representaban en el Centro. Unos
caramelos suavizaron su garganta para suprimirle la tos. Y allí se presentó
para aplaudir con las pocas fuerzas que le quedaban a sus alumnos.
Tuvo que
pedir dos meses de permiso para ingresar en el Departamento de Oncología del
Hospital de Granada, y, cuando la enfermedad estaba en esa fase final, aún sacó
fuerzas, Dios sabe de donde, para presentarse en la Evaluación Final de Curso
con el fin de compartir responsabilidades con el Profesor que le había
sustituido, sobre el rendimiento de unos alumnos a los que había impartido
clase durante seis meses. Solo nos pidió a los compañeros, con un hilo de voz,
que no fumásemos en la Junta de Evaluación, porque en aquel momento ya ni un
cuarto de pulmón le quedaba útil.
Dos días
antes de su muerte se celebraron los exámenes de Septiembre. Ella estaba
ingresada en el Hospital, con un suero en la subclavia desde hacía quince días.
Respiración asistida y así pidió permiso a su médico para asistir a estos
exámenes. –“Sería sólo cuestión de un día”-, dijo. Como era lógico el permiso
le fue denegado. Sí preguntó varias veces por el resultado de sus alumnos,
hasta que se le informó que habían salido muy bien. Ya no podía hablar, sólo
sonreir. Fue una de sus últimas y más hermosas sonrisas de su vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario