OLULA DEL RÍO
                                             Comarca

• HISTORIA EN BLANCO. 

                                            • HOMBRES  DE  PIEDRA.

El mármol blanco de Macael se viene empleando desde la prehistoria, de esta lejana época, encontramos idolillos, exvotos y brazaletes que aparecen en yacimientos y necrópolis de la comarca. Obras más relevantes realizadas en mármol blanco las encontramos en época fenicia y griega, donde hay inicios de su utilización como material escultórico y de decoración en algunos edificios de Ampurias o Rosas.

Los romanos explotaron las canteras de Macael, utilizando masivamente para sus programas de monumentalización urbana, sobre todo a finales del Siglo I y principios del Siglo II después de Cristo. Fue durante la época de Al-Andalus cuando el mármol de Macael, adquirió su mayor expresión artística, logrando espacios y esculturas singularmente bellas. La nobleza andalusí demandaba mármoles para sus palacios, lo que impulsó la explotación de las canteras de forma permanente, desde el Siglo X hasta el Siglo XV. Durante este periodo la utilización del mármol como motivo de ornamentación en sus construcciones civiles y religiosas fue constante: La Mezquita de Córdoba, El Palacio de Medina Azahara, La Alhambra de Granada o la Alcazaba de Almería.

“la fortaleza, no solamente se había hecho habitable, sino que se había transfigurado en la más deliciosa mansión que se pudo soñar, con amplios salones enlosados de mármol blanco de Macael y exornados con zócalos del mismo mármol, labrados y enriquecidos con filigranados trazos revestidos de oro, con patios de pórticos abalaustrados, desde los que se atalayaba, según cuenta Al-Udrí, que los vio construir, toda la ciudad de Almería y la mar”.

La corona castellana mandará construir nuevos hitos arquitectónicos representativos del nuevo poder en lo que constituyó el Nuevo Reino de Granada, y con esta actividad resurgirá la actividad extractiva, elaboradora y exportadora de las canteras de Filabres y del mármol de Macael.

Durante los Siglos, XVI, XVII y XVIII el mármol de Macael se utilizaría en la construcción de monasterios, catedrales y monumentos notables como el Palacio de Carlos V, La Capilla Real de los Reyes Católicos, la Capilla de San Miguel de la Catedral de Granada, o las catedrales de Jaén y Sevilla, el Monasterio del Escorial o el Palacio Real de Madrid.

“teniendo relación que la piedra del mármol blanco que hay cerca de las canteras que llaman de Macael cerca de la Sierra de Filabres, en el dicho reino de Granada, es a propósito para la enlosadura y coro de la iglesia principal del Monasterio de San Lorenzo el Real que nos fundamos y edificamos, y habiéndose visto la muestra della, envié a la congregación de la fábrica dél por nuestro mandato y con instrucción particular para que haga sacar de las dichas canteras la piedra necesaria para el dicho efecto”.

Felipe II, en Cedula Real del 17 de octubre de 1.580.



                               
                                      HOMBRES  DE  PIEDRA


Las herramientas son un vínculo de afirmación profesional casi gremial. El cantero acudía al trabajo con las herramientas personales: mazos, macetas, taladros de mano, punteros, cinceles, abujardas, etc…, eran de su propiedad y era su responsabilidad su mantenimiento y renovación. Transportaban los canteros, la tierra “a muslo” para hacer “el despizarre”. Empleaban también para resquebrajar la masa de mármol, las cuñas de madera que las mujeres regaban con agua para que, al dilatarse con la humedad, provocaran el “levante” de los bloques. También las mujeres se encargaban de pulir las piezas con esparto y agua.

Por otro lado, siempre existieron herreros que normalmente instalaban sus talleres en la calle de Las Canteras o en las canteras mismas. En las épocas más duras, de crisis económica o posguerra, los materiales metálicos de deshecho eran reciclados por los herreros para la fabricación de nuevas herramientas. Antes de la aparición de los camiones, los bloques de mármol eran más pequeños que los actuales para facilitar su descenso por caminos estrechos y angostos. Para darle la forma cúbica, los obreros habían aprendido a cubicar en una escuela nocturna y, por lo general, lo hacían en la misma cantera. El bloque, una vez cuadrado y marcado con la señal del propietario que exigían las ordenanzas municipales del aforo, iba bajando en los lentos carros de bueyes hasta la Estación del Tren de Olula.

En otras ocasiones, el mármol iba a los aserraderos, normalmente accionados por agua; de allí, en forma de tablas y de “trucos” (pequeños bloques) el mármol pasaba a los talleres. Los bloques, como hemos dicho los transportaban en carros tirados por bueyes y burros para los fregaderos y las cruces. Y fuera de la Comarca se transportaban en el ferrocarril.



ESTE ESCRITO ES UN HOMENAJE QUE JUAN HACE PARA RECORDAR A NUESTROS ANTEPASADOS QUE TANTO SUFRIERON EN LA SIERRA INCLUSO DANDO SU VIDA PARA QUE NO PASARAMOS NECESIDADES. LOS QUE QUEDÁBAMOS EN LOS PUEBLOS MIENTRAS ELLOS (SIN MECANIZACIÓN NI ELECTRICIDAD) SE DEJABAN SU SANGRE ENTRE LAS PIEDRAS POR UNAS POCAS PESETAS CON LAS QUE MUCHOS CONSIGUIERON HASTA DAR ESTUDIOS MEDIOS Y SUPERIORES A SUS HIJOS. YO SOY UNO DE ELLOS.
¡GRACIAS PADRE!




Juan Sánchez 2.014