OLULA DEL RÍO
COMARCA
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• Laroya: Reliquías de San Ramón Nonato.
• Teleprensa. PRIMER PERIÓDICO DIGITAL DE LA PROVINCIA.
• 29 de julio de 2.009.
• Algunos datos de mi aportación.
Siete meses duraron las obras de restauración y rehabilitación del templo de Laroya (Diciembre 2.008- Julio 2.009). Intervenciones urgentes en la estructura afectada por los últimos terremotos habidos en la zona y que abrieron grietas en la bóveda de medio cañón rompiendo los arcos de la nave principal, la bóveda de media naranja del crucero, la bóveda del presbiterio comenzando la grieta por el muro trastero del altar mayor.
A iniciativa del Párroco, Pedro Cruz, I.C.C. de Almería realiza los estudios geotécnicos. El resultado puso de manifiesto la urgente necesidad de consolidar los cimientos para detener el movimiento del muro izquierdo.
La obra la inició el 15 de diciembre de 2.008 la empresa de rehabilitación de Almería REHABITEC colocando cuatro tirantes de acero en la bóveda para impedir que el techo siguiese abriendo. Rebaje en el suelo de un metro de profundidad rellenado después de hormigón y acero para evitar el avance del terreno. Se ha ampliado a su vez, el presbiterio con la adquisición de un nuevo Altar y el conjunto del ambón, sede y credenciales; todo construido en mármol de Macael. Asimismo, la balaustrada y la pila bautismal se han restaurado con este material.
Hechas estas actuaciones en el templo, el día 26 de julio de 2.009 se procedió a la inauguración de la restauración descrita. El obispo de Almería, Adolfo González Montes, fue el encargado del acto, además de la Consagración del Altar, completamente nuevo y realizado por el artista Serafín Sabiote.
Resaltar que gracias al obispo, la Santa Sede concedió la reliquia de San Ramón Nonato para la consagración del nuevo Altar. Sólo Roma y Lleida (ciudad donde nació el Santo) podían presumir de tener una reliquia de éste.
La Iglesia de Laroya ya poseyó parte del cuerpo incorrupto de San Ramón. Durante la Guerra Civil desapareció. El pueblo de Laroya capitaneado por su alcaldesa Dolores Moreno y su párroco Pedro Cruz, solicitó a la Santa Sede a través del obispo provincial que San Ramón volviese al pueblo donde siempre estuvo. Esta llamada que el obispo hizo suya y con no poco trabajo se convirtió en realidad. Así, de nuevo, el Santo descansa en Laroya, en una hornacina de plata consagrada por Don Adolfo. También bendijo las obras de restauración. Al final, se firmó un acta por parte del Obispo, Párroco y Alcaldesa.
Que una alcaldesa firmara un acta de estas características fue algo excepcional. Dolores Moreno como alcaldesa lo hizo, según el párroco Don Pedro, por “la implicación en la obra y condición de creyente”, lo que aplicó también a Ramón Medina, esposo de la primera edil. Y es que la alcaldesa cogió el testigo del pueblo y llamó a todas las puertas que han hecho falta para lograr los fondos suficientes para pagar la rehabilitación. La aportación del Obispado de Almería ha sido importantísima. Los vecinos, el Consistorio, amigos y devotos han puesto también su granito de arena para sufragar los 140.000 euros que ha costado la reparación. La Delegación de Cultura de la Junta prometió una ayuda que al día de publicar este artículo aún no había llegado.
El Obispo llegó a las 10:30 a la Plaza Cervantes y desde allí se dirigió al templo acompañado por Antonio Ramón Salas; Diputado Ramón Rueda; Presidente de la Cámara de Comercio, Diego Martínez; el parlamentario José Luis Aguilar,…El acto religioso estuvo amenizado por el pianista Javier Aparicio. Al finalizar, el Ayuntamiento ofreció una copa de vino español al público asistente y autoridades civiles y religiosas.
A la antigua imagen de San Ramón también se le había lavado la cara para la ocasión. La restauradora Josefina Carretero encontró hasta cinco capas de pintura superpuestas. Pintura de limón, vinagre y hasta almidón de patata, productos usados en tiempos pretéritos para limpiar y abrillantar la imagen.
Por último informar que la iglesia de mi pueblo se levantó en el siglo XVII. Es de estilo mudéjar. La obra fue proyectada y dirigida por el arquitecto Antonio Munar discípulo de Ventura Rodríguez por encargo del Marqués de los Vélez. Cuando se trasladaba a Almería, salía de Vélez-Blanco hasta Laroya donde pernoctaba, oía misa y de madrugada atravesaba los Filabres en dirección de la capital. Se construyó toda ella con ladrillo cocido que se fabricaba en la tejera que se levantó exclusivamente para procurar el material necesario para la construcción del templo. Los caminos eran difíciles y escarpados para llevar el material hasta el lugar.
Aún se comenta en el pueblo que el Marqués en sus idas y venidas tuvo un hijo natural en Laroya. Supervisaba este vástago las obras del templo y tuvo la desgracia de precipitarse al vacio desde las obras de la torre. En un mal paso encontró la muerte en ello. Acabaron la torre de prisa y corriendo no llegando a alcanzar la altura proyectada. Quedó a falta de un cuerpo y ello da la sensación de desproporción del templo respecto a la torre. En cada esquina de la superficie sobre la que se hizo la cúpula de la torre se colocaron unos pebeteros flamígeros que daban realce y singularidad a la torre.
Juan Sánchez 2.014
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