OLULA DEL RÍO
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• Francisco Martínez-Cosentino.
• La increíble historia de Paco.
• AUTOR: Manuel León González.
• “LA MIRADA DE ALMERÍA”. Historia y vida de 80 empresarios y familias almerienses.
• La Voz de Almería. Colección Memoria.
Llegó un bajel del sur de Italia para trabajar en la minas de plata de Sierra Almagrera de Cuevas de Almanzora. Entre ellos, los Cosentino. A mediados del siglo XIX abandonaron la galena de plata y plomo cuevazas por el mármol de los Filabres.
Desde entonces, están allí junto a la sierra arañando el mármol Blanco Macael. Décadas y décadas y a los herederos de esa saga de mineros italianos les ha llegado el punto de éxito que nunca imaginaron sus abuelos.
Cosentino ha conquistado los cinco continentes con el Silestone. Es la primera multinacional andaluza de la piedra y factura más de 400 millones de euros, más de 2.000 trabajadores. Sociedades en E.E.U.U., Latinoamérica y Europa. Hoy es un empresario triunfador, a costa de resbalarse por la escalera del éxito y de arruinarse cinco veces.
Nació Paco en Macael en 1.951 donde ha vivido toda su vida. Estudió en “La Salle” de Almerá y ejerció de Maestro unos años en Barcelona. Su padre, Eduardo, tenía una fabriquilla con catorce empleados. Nunca tuvo suerte con las canteras. Trabajaba mucho con lápidas de cementerio.
Abrió después un almacén de mármol en Barcelona. Macael ha sido siempre un pueblo de canteros, la industria estaba en Olula. En la infancia de Paco se extraía poco mármol. Herramientas rudimentarias y carros de bueyes para el transporte. Se utilizaba el cabestrante y la almaina y los telares de las fábricas eran de hierro, en vez de hilo de diamante.
El tiempo transcurría tranquilo: una Calle Larga, un niño flaco como un galgo. Juegos de pelota con su amigo y vecino Luis Pastor Q.E.D. Eduardica, su madre, tenía una tienda de comestibles. Vendía embutidos cuando sacrificaban alguna marrana. Macael años 50: gente trabajadora, los Martínez y los cosentino. Por allí estaban también los “Colomer” y el “Rematante” y Antonio Ortiz uno de los grandes en el mundo del mármol. En ese ambiente de brega, canteros, se crió nuestro personaje conocido en el mundo escolar como Justo, el apellido de su madre.
Pero él, un hombre afable, que vive bien, que tiene más de lo que necesita ¿Qué le hace dar un salto de vértigo y calentarse la cabeza? La empresa de su padre ocupaba el número 85 en el ranking de ventas de mármol en 1.977 y en 1.981 era ya la número 1. Para qué más, Paco, le decían. “Yo siempre he buscado en la vida hacer una gran empresa, quería superarme, quería más, a mí me emociona ponerme retos. Yo quería demostrar al mundo que la gente de mi pueblo no éramos inferiores a nadie”. Se vino de Barcelona y se puso a las órdenes de su padre y empezó a observar y a aprender de los empleados. Conoció el producto y a relacionarse con la gente.
Con 21 años fue nombrado concejal de Hacienda y Cultura por el tercio sindical. Junto con el alcalde Pepe González hicieron una revolución en el pueblo y transformaron el urbanismo de Macael. La “Pisá del Caballo” se convirtió en una nueva carretera; circunvalaron la población; el polígono industrial. Tenían muy poco dinero, al principio pagaban a los empleados municipales vendiendo nichos del cementerio. Con 21 años ya conocía la sierra palmo a palmo como si en ella hubiera vivido toda la vida.
Junto a otros jóvenes empresarios marmolistas creó la sociedad “Comarmasa” y empezaron a salir fuera por primera vez para vender el producto. En Londres negociaban las ventas para Libia. Después llegaron las primeras huelgas, algunas de 27 días, y la crisis del petróleo que le arruinó por primera vez. Pero se levantó, compró más canteras y se enmendó.
En 1.981 empezó la fábrica de Cantoria, sede del actual Grupo Cosentino, el gigante, primera empresa almeriense y una de las multinacionales más grandes de Andalucía.
Las crisis del 73, 77, 82 y 93 fueron un nuevo sarampión para empresarios y sindicatos. Eso les acostumbró a dialogar y a poner las bases del Macael del futuro.
A partir de ahí, 1.992,Cosentino toma las riendas de la empresa familiar y en 10 años pasa de ocupar del puesto 84 de la comarca en cuota global de beneficios a convertirse en lider de la comarca con más del 15 % de la producción de Blanco Macael.
Inicia la carrera de la innovación, con algún fracaso, hasta que dio con el “Silestone”. Atrás queda el mármol para lápidas, cocinas, solerías, cuartos de baño y aplacados. Tampoco le interesa el boom de la artesanía de los noventa. Decide no tener más canteras y quiere aprovechar los subproductos. Se saca de la chistera “Marmolstone”, piedra micronizada.
Lo presentó en una feria de Sevilla, en la que gastó 12 millones de pesetas. Fracasó. Se rompía fácilmente. Se manchaba. En el 92 recibe la medalla de oro de Andalucía y en el 93 no lo recibía ningún banco y eso que, aseguraba, que era el tío más formal del mundo. Sólo le aconsejaban que diera en suspensión de pagos. ¡Resistió!.
Viéndose perdido porque había hecho una inversión de 1.500 millones de pesetas de la época, se acordó de un producto hecho con cuarzo qu vio en un “Kibutz”, en Israel. Pensó que era su única salida e inventó el “Silestone”.
Empezó a traer materia prima de Arcos de la Frontera y después de Brasil y de Bélgica. En 1.991 registró la marca. Pero no fue bien hasta que no se metió en el segmento de las encimeras y …con una distribución adecuada, el hijo de Eduardica “la de la tienda”, por fin cantó ¡bingo!
Con su “as” en la mano se lanza a conquistar el mercado americano. Monta dos talleres en Minnesota y empieza a recorrer el mundo en busca del cuarzo. Lo encuentra en la selva de Madagascar. Una guerra y un huracán hacen que vaya a buscarlo a la India hasta que al final es Brasil y un poco España quienes le administran su preciado mineral.
“Silestone” empieza a conocerse en todo el mundo. También abre fábricas de granito en Brasil. Compra canteras en Novelda, Loja, Ventaquemada. Sigue también con el “Blanco Macael”. Abre 12 almacenes en Europa y sigue creciendo en Norteamérica y Latinoamérica. Además le nombran Presidente de la Cámara de Comercio desde donde reivindica agua e infraestructuras para la provincia. Descubre la importancia del marketing para la distribución de un producto hasta que consigue que “Silestone” se coloque entre las cien marcas más reconocidas de España en el mundo. Desde su pueblo, Macael e invirtiendo mucho en publicidad, como la “Súper bowl”, con una audiencia mundial de más de 1.000 millones de espectadores.
La preocupación actual de Cosentino no es salir a Bolsa, tiene capital suficiente. Le preocupa hacer bien la transición generacional de la empresa entre sus hijos y sobrinos.
Paco vive entre Macael y Mojácar o montado en un avión visitando talleres y almacenes por todo el mundo. Asegura que le sobra tiempo para todo.
En su finca de Mojácar pasa los fines de semana. “Cortijo Azul” es un predio de 1.000.000 de metros cuadrados donde sesteaba el ganado.
Ahora desde esa altura Cosentino desayuna viendo a lo lejos Cabo Cope y sueña con su nueva fábrica de 600.000 metros y un nuevo producto, el “DEKTON”, para crear más empleo en la zona. “Nunca me voy a ir de Macael”-asegura y Paco recuerda aquellos partidos de “chavea” en la calle Larga ahora que se encuentra en la cumbre del éxito.
Juan Sánchez 2.014
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