OLULA DEL RÍO
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“FILABRES Y EL CAMBIO CLIMÁTICO”


Adaptaclima II
Decaimiento forestal es el término usado para describir el proceso de deterioro de nuestro bosque filabreño.
Las causas de este deterioro suelen ser diversas y actuar de forma simultánea. Este proceso, en ocasiones, suele desencadenarse por un único motivo, con frecuencia oculto: Plagas, contaminación y enfermedades que no dan la cara hasta que el “problema” se encuentra en un estadio muy avanzado.
El decaimiento de nuestras masas forestales de pino silvestre en la Sierra de los Filabres (Almería) es un fenómeno bien conocido aunque no sea el único. Según expertos, el desencadenamiento del proceso destructivo en nuestra sierra ha sido causado por la “deslocalización” del habitat de la especie. Quiere esto decir que en su momento no se eligió la especie de árbol adecuado para que se repoblaran nuestras queridas montañas. Tampoco se preveía por entonces (Años 50 del Siglo XX) que el clima diera un cambio tan radical en tan corto espacio de tiempo. La nieve en las cotas más altas duraba hasta bien entrada la primavera. Las lluvias por entonces eran arto frecuentes y la humedad se mantenía en el suelo gran parte del año. Las lluvias y el frío empezaban en otoño y la tierra reponía muy pronto el exceso de evaporación que había pasado a la atmósfera con los rigores del tórrido calor veraniego. Prácticamente el ciclo se repetía año tras año por lo que se daban óptimas condiciones para la especie de pino con el que se repobló toda la sierra. A ello había que añadir la caída de las temperaturas pasado el mes de agosto. El frío y la humedad desde septiembre hasta junio mantenían las condiciones precisas para que nuestros bosques se mantuvieran en óptimas condiciones. No importaba demasiado que el manto de tierra cultivable en nuestra sierra fuera de poca profundidad porque siempre estaba bien irrigado.
Poco a poco, sin darnos cuenta casi, las condiciones climáticas han ido cambiando. La temperatura de hoy (15 de diciembre de 2.015) nada tiene que ver con la temperatura de este mismo día de hace 50, 30 ó 20 años. Esta “bonificación” climática sólo ha servido para que los turistas los tengamos en las playas todo el año, para que gastemos menos dinero en ropa de abrigo. Dice el Corte Inglés que llegan las rebajas de Enero y toda la ropa la tienen colgada en la tienda. No han vendido “nada de ropa de invierno” (Por extensión igual pasa en otros grandes almacenes, tiendas o boutiques). Y nosotros tan contentos. Yo aún no he puesto la calefacción; este invierno me estoy ahorrando unos eurillos des gas-oil. Salgo a la calle en mangas de camisa y me estorba el jersey o la americana. ¡Que bien! ¿Verdad?
Mirad estas dos fotografías. Son el mismo paisaje, el de antes y el de ahora. ¿A que ya no os parece tan bien?
¿Cómo ha podido ocurrir? ¡Con lo que a mí me gusta el campo y la Naturaleza!
La respuesta la tenemos, y es una respuesta clara y contundente. La temperatura de la Sierra y la escasez de precipitaciones de lluvia y de nieve nos están llevando a que el desierto de Tabernas ya ha saltado a Los Filabres y en unas décadas, pocas, no quedará ni rastro de nuestros queridos bosques que aún disfrutamos.
Podemos poner fecha al inicio de este holocausto. Según estudiosos y técnicos, el aumento gradual de las temperaturas y la fuerte disminución de las lluvias y precipitaciones comenzaron alrededor de los años setenta del pasado siglo. Paulatinamente han ido cambiando, con prisa pero sin pausa. Augurios hay de que esto no queda así si no se toman medidas urgentes. El desierto de Tabernas ya cruzó el “Collado García”. Es irreversible. La “Cumbre de París” ya nos ha puesto alerta de lo que puede pasar en un futuro próximo. Para nada sirvió la anterior "Cumbre de Kioto".



Juan Sánchez-DICIEMBRE-2.015