OLULA DEL RÍO
Comarca
Comarca
• Confesiones de Don Francisco Jiménez Casquet.
• Mis frecuentes viajes a Olula del Río.
• Mis frecuentes viajes a Olula del Río.
• Epílogo de su libro “La Vida en Olula del Río en los años 20”
Mi libro pretende relatar, lo más fielmente posible, la vida de un pequeño pueblo en la década de los años veinte de este agonizante siglo (XX), con la sola finalidad de dejar constancia de un testimonio “personal” a los que conmigo vivieron aquella época de grato recuerdo, y a los que no la compartieron, para que la puedan comparar con el tiempo presente.
Me he servido sólo de mi memoria avivada en muchos puntos con la aportación de datos que me han suministrado mis propios familiares, dotados de mejor memoria que la mía.
Pude haber consultado datos y documentos. Desistí. Mi relato no tenía objetivos estadísticos. Sólo pretendía dar una visión de conjunto apreciada por un hijo del pueblo que compartió esas vivencias en los años de su niñez y de su juventud. Lo relatado, no está influido de otra cosa que no sea la versión exacta de lo que vivía y sentía pues aún no tenía edad para que en mí influyeran disputas y opiniones contradictorias.
En mi intención ha estado el deseo de excluir menciones que pudieran ser molestas para alguien. En mi subconsciente sólo hay respecto al pueblo y sus gentes, un profundo respeto, sin distinción ni discriminación de clase alguna.
En mi intención ha estado el deseo de excluir menciones que pudieran ser molestas para alguien. En mi subconsciente sólo hay respecto al pueblo y sus gentes, un profundo respeto, sin distinción ni discriminación de clase alguna.
Tampoco he pretendido escribir con “aires literarios”. Procuré la mayor sencillez en lo relatado, con el objetivo de poder llegar a todas las personas. Salvo en algún pasaje referido a costumbres, he mezclado lo real con lo imaginario. Así me ha facilitado la exposición de los hechos adornados con un pequeño toque de fantasía.
Lo que sí es importante para mí es dejar bien sentado que todo esto es fruto del enorme cariño que siempre he sentido por este pueblo que me vio nacer y por todos los que, antes y ahora, constituyen su población humana. Consigo y pretendo tener siempre con él un contacto directo; mi vida privada y profesional discurre a muchos kilómetros de distancia. Para estar cerca físicamente, no cuantifico molestias o dispendios económicos.
Para dar fe de ello, he de introducirme en íntimas cuestiones de familia y relatar como anécdota que, en cierta ocasión en que mi mujer deseosa de mi bienestar- me reprochaba los problemas que me proporcionaban los frecuentes desplazamientos a Olula, así como las poco rentables inversiones que estaba haciendo en la finca que heredé de mis padres. Corté inmediatamente la discusión con estas palabras:
-“Que se le va a hacer. Ese es mi “Hobby”. Mucho más me hubiera costado una “querida” y a ti te hubiera gustado menos”-
Conste que como el amor es contagioso, puedo decir con mucho orgullo, que tanto mi mujer como mis hijos, comparten conmigo el cariño que siento por mi pueblo. Agrego como dato curioso, que las gachas y las migas son platos exquisitos que se degustan en mi casa frecuentemente como el mejor de los manjares. Que nadie discuta que el mejor chorizo y la mejor morcilla son las que se degustan en Olula. Y que la más sabrosa fruta no es la del río Almanzora…
…Y yo…sigo volviendo cuantas veces puedo.
Y cuando desde los altos del Hijate diviso la “Tetica de Bacares”, me siento alegre porque allí está mi tierra.
Y cuando llego al alto de “Cuesta Blanca”, donde por primera vez se contempla el poblado con la vieja Iglesia, paisaje encuadrado en su fondo con la “Piedra Ver de Olula” y la Sierra de Macael que parece nevada con los blancos residuos de miles de canteras, respiro como pez que vuelve al agua.
Y cuando me introduzco en el pueblo y piso la “Plaza de los Bancos” donde, sin duda me enseñaron a dar los primeros pasos, me siento rejuvenecido como si todavía me quedara la esperanza de recorrer un largo camino de mi vida.
Y cruzo el saludo con mis viejos amigos, parece como si aquel lejano ayer se me acercara para ver el pasado como algo reciente.
Y cuando regreso no siento nostalgia porque pienso volver.
Y cuando estoy ausente y lejos de mi pueblo no sólo no eludo mi procedencia, sino que me enorgullece decir que soy de Olula y como los de Olula.
Juan Sánchez 2.014
No hay comentarios:
Publicar un comentario