jueves, 18 de junio de 2015

"HISTORIA PARA NO DORMIR"

OLULA DEL RÍO
Comarca

ALBOX:
“HISTORIA PARA NO DORMIR”


DE José Jiménez Jiménez.
NOTA:Versión de Juan Sánchez.

Esta historia ocurrió el invierno de 1.933 en “El Madroño” una aldea de Albox en la zona Norte del término municipal próxima al pueblo del Taberno. No es de extrañar que allí arriba, a casi mil metros de altitud, los “inviernos de antes” fuesen intensos, de frío riguroso e intensas nevadas. Tanto es así que hubo inviernos en que las almendras se helaban incluso en el mes de abril. El paisaje escarpado hace que el sol de invierno llegue más tenue y que su gran cerro atrase la llegada mañanera del astro rey. Sus gentes resistían el gélido invierno metidos en el catre bajo siete mantas a la espera de un poco de tibieza mañanera.
Pues, una mañana, fría mañana del invierno de mil novecientos treinta y tres en la que los vecinos habían sido recluidos a sus hogares, a causa del manto blanco extendido a lo largo de las escabrosas montañas y por el hecho de no poder hacer frente a los glaciares fríos que acaecían por la época, la tía Sebastiana y su hija dialogaban al amor de una hermosa chimenea alimentada con profusión de “rajas de almendro” seco de inviernos anteriores. Un candil de aceite daba una tenue lucecilla a aquella mañana fría y oscura. El resto de la estancia estaba ocupada por unos pocos y rústicos muebles realizados por los propios dueños. Casi todo era de elaboración casera excepto unos pocos utensilios difíciles de conseguir con las materias primas de entorno: el espejo, las cucharas, cuchillos o peine. El suelo del cortijo estaba hecho de losa de adobe excepto un pasillo central empedrado que daba acceso desde la puerta de la calle hasta la cuadra. Una cuadra espaciosa donde concurrían cada anochecer la burra, diecisiete cabras, dos mulas más, algunas ovejas, los chinos (cerdos), pavos, conejos, gallinas. Unos para ayuda al trabajo y transporte. Otros, para llevarlos al mercado de Albox y cambiarlos por unos pocos reales.
El pasillo estaba reservado a la entrada y salida de las bestias de carga, animales más valiosos y preciados de la época, por la gran ayuda en las labores que desempeñaban en la vida de una persona, así que estaba en un lugar resguardado de la cuadra, de difícil acceso a posibles ladrones, de manera que quien quisiera robarlas debería entrar por la puerta principal de la casa.
La iluminación del salón-comedor se componía de la escasa luz que entraba por la media hoja de la puerta abierta, la lumbre llameante y el candil encendido por si hubiera que entrar en el cuartillo oscuro donde se encontraban cachivaches varios de cocina, alimentos recolectados durante el pasado verano y otoño, otros objetos de madera y esparto elaborados durante las largas y aburridas noches de invierno. En el techo, jamones, embutidos y mantas de tocino. Las atroces repletas de grano: trigo para moler y convertirlo en pan. Cebada y centeno para los animales. El maiz colgaba del techo a modo de columnas salomónicas. Entonces era cuando había llegado el tiempo de un poco de tranquilidad y el frío era aprovechado a su vez como una excusa perfecta para estar bajo techo hasta que no escampara.
En esto que se levantó la nieta de la tía Sebastiana a echar un vistazo por la media hoja de la puerta a la espesa nieve de tres días de tormenta, cuando quedó estupefacta al divisar a un hombre que iba andando a un ritmo más ligero de lo normal hacia casa, puesto de traje y zapatos. Al principio no le vio bien la cara, pero cuando estuvo más cerca, le salió un grito de lo más hondo que pudiera salir, dirigido a las presentes en la casa y con la carne de gallina:
-¡Madre!, ¡que viene Pedro por ahí!, ¡Que viene padre por el camino pa la casa!
Cuando su madre y su abuela la escucharon quedaron espantadas de la sorpresa y se levantaron corriendo a ver qué le sucedía realmente a la niña.
-¿Qué dices, hija mía?, ¿Qué locura estás diciendo, si tu padre lleva más de un mes y medio enterrao?
A lo cual, contestó la muchacha con energía terrorífica aún mayor.
-¿Qué es lo que yo te estoy diciendo que viene por ahí entre la nieve!; ¡Ábrele la puerta que pase!, ¡Ábresela!, ¡Por lo que más quieras!
A todo esto la abuela estaba en el fondo de la sala expectante a lo que estaba sucediendo y cavilando las cosas, le regañó a su hija que tenía cogida por un brazo a la muchacha retirándola de la puerta de la casa hacia el interior.
¡Deja a la niña que abra la puerta de la calle y haga lo que tenga que hacer!
-¡Que no!; ¡Que a esta se le ha ido la cabeza!; ¡Que yo no he visto a nadie por ningún camino!; contestó su madre con voz loca y autoritaria.
Pero la hija se le escapó y abrió la otra hoja de la puerta para que entrara quien ella decía. A lo cual, dijo sin mayor vacilación, y retirándose al mismo tiempo hacia atrás a causa de la impresión:
-¡Pase usté, padre!, ¡Pase!
La madre gritaba encolerizada y le decía a su vez a su madre:
-¡Pero si es que no hay nadie ahí, madre!; ¿¡No ve usté como esta, está loca de remate!? ¡¡Ha perdido la cabeza por completo!! ¡¡Mírela usté!!
Pero la abuela, toda nerviosa, se fue hacia su nieta y le dijo:
-¡Niña, pregúntale qué es lo que quiere y que te lo diga!
-¡Me acaba de decir que solo yo puedo verle y que vosotras no podéis verle!
Pero la abuela, repetía sin cesar:
¡Pregúntale que qué es lo que quiere! ¡Venga! ¡Pregúntaselo!
A lo cual, la niña temblorosa le preguntó:
-¡¿Qué es lo que quiere usté, padre?! ¡Díganos qué es lo que quiere!
Con lo que la niña dijo lo siguiente, una vez escuchada la respuesta:
-Que dice que él está sufriendo por una promesa que no cumplió. Dice que tenemos que hacer una horná de tortas a los pobres y repartírsela, que mientras no lo hagamos está sufriendo mucho y que le encendamos una vela al Corazón de Jesús; que cuando hagamos eso, no nos molestará más…
Con lo que dijo la madre:
-¡Santo cielo! ¡Dile que eso lo haremos en cuanto deje de nevar!
Y la niña respondió con la respuesta del padre:
-Dice que queda mu agradecío y que ya, se tiene que ir; que no nos preocupemos por nada más y que adiós por siempre.

P.D. El título original de esta leyenda es "La aparición del tío Pedro una vez muerto"



Juan Sánchez-JUNIO-2.015

No hay comentarios:

Publicar un comentario