OLULA DEL RÍO
                                              Comarca

                                         ALMANZORA

“DOMINGO DE PASCUA”
“DOMINGO DE MERIENDAS”

Existe una antigua tradición en el “Medio Almanzora” de salir a merendar al campo el “Domingo de Pascua”. En el “Levante Provincial”, celebran el “Día de La Vieja” y de Purchena hacia arriba y extendido por “Filabres” y parte alta de las “Estancias”, las meriendas se celebran en “San Marcos” (25 de Abril).
Las tres fiestas tienen en común la salida a comer a algún paraje bonito: cortijo, alameda, riachuelo, alameda, fuente o playa. Se diferencian en su celebración en el tiempo que parece ir unido al inicio de la primavera. Era una fiesta de carácter profano que en algún momento se transformó y adquirió tintes religiosos. 
Tanto es así que, como la primavera llega antes al Levante y Bajo Almanzora es allí donde antes celebran las “meriendas” conocidas como “El día de la Vieja”. Es una fiesta de gran arraigo popular en esta parte de la Comarca y data según estudios del Siglo XVII. Fue promovida por una comunidad religiosa de franciscanos de la Ermita de San Diego en el Calvario, con el fin de hacer más llevaderos los sacrificios de Cuaresma y se ha convertido con el tiempo en un evento familiar.
Se celebra el Jueves que media la Cuaresma y consiste en salir a pasar el día de merienda colectiva en el campo. Se degustan productos típicos de la zona como la tortilla de patatas, torticas de bacalao (Es Cuaresma), arroz con leche, hornazas, etc.
Tiene de singular respecto a las del resto de la Comarca en que la protagonista del evento es “La Vieja”. La Vieja es una mujer hecha de papel de colores , con vestido, delantal y un pañuelo sobre la cabeza. La cara, pintada con grandes coloretes y la cabeza hueca va rellena de caramelos y golosinas. Se sostiene porque el cuerpo utiliza como soporte una caña.
Una vez que las familias han comido, se coloca “La Vieja” a una distancia de 6 metros (aproximadamente). Los comensales, especialmente niños, comienzan a tirarle piedras hasta que la cabeza se destroza liberando las golosinas y todos corren raudos para conseguirlas.
Y la primavera sigue su curso “río arriba” como siempre de Este Oeste. Llega al Medio Almanzora y al Mármol cuando la Semana Santa toca su fin. Y claro, hay que celebrarlo saliendo a merendar al campo “El Domingo de Pascua o Resurrección”.Hay que dejar atrás los rigurosos fríos invernales y además olvidar la tristeza de la Pasión y Muerte de Jesús para recibirlo “Resucitado” “Liberado” “Lleno de Gloria y Salvación” (Para los que somos cristianos practicantes o no). Es el Domingo más soñado, más esperado, el más especial. Después de la bonita y emotiva Procesión mañanera, nos queda día para “la merienda”. Elegimos un bonito paraje, un riachuelo, una arboleda o cualquier otro lugar agradable (En Olula es típico acampar por “La Cerrá”) Una vez instalados cómodamente, empezamos el ritual de la comida. Primero unos entrantes variados para hacer boca y poco a poco van apareciendo las delicias culinarias que se hacen ex profeso para este día: tortillones de patatas, fritá de conejo, cordero, jamón (del mejor si puede ser), lomos, embutidos, habas frescas, bacalao,…
En el Bajo Almanzora y Levante no pueden o no deben comer carne. A la tarde en la “merienda” aparecen las golosinas y las copas. Es típico comer chocolate con el original y antiguo hornazo que es una suerte de “bollo sobao” con uno o varios huevos incrustados y cocidos al horno.
Me he interesado por la historia del “Hornazo” y la verdad es que es un tanto curiosa.                                                                                                                                                                                                                       Hete aquí que:
en las postrimerías del tiempo, en las primeras Cuaresmas, los huevos se consideraban producto cárnico por producirlos animales, por consiguiente aquellos cristianos no los incluían en las comidas de cuaresma por lo que en todas las casas los huevos que ponían las gallinas, especialmente en la “Semana de Pasión” se iban acumulando en las despensas y fresqueras de nuestros ancestros. Llegado el “Domingo de Pascua” era el momento oportuno de dar salida al alimento en cuestión almacenado. Por ello en las antiguas meriendas se hacían profusión de recetas donde el huevo fuera el protagonista: tortillas, hornazos, huevos cocidos, flanes…y otras aplicaciones.
Las diversiones asociadas a esta fiesta siempre han sido variadas: pequeñas excursiones para bajar el nivel digestivo y después continuar comiendo; las cartas para los mayores que con algún trago demás ríen a carcajadas con las ocurrencias de unos u otros. También aparecen los chistes picantes, picantes. Los adolescentes y jóvenes inician escarceos amorosos con las mozas más bonitas o más abiertas; el chiquillerío recurre a diversidad y variedad de juegos y casi nunca olvidan el “inoportuno balón” que molesta a todos menos a ellos, balón prisionero, chinchemonete, escondite, saltar la cuerda, columpios en las ramas de los árboles, etc. etc. Y todo rueda normalmente con cierto grado de optimismo y lamentando que este día toque a su fin.
El Alto Almanzora y Filabres también celebran sus “meriendas” con características parecidas a las nuestras. Algunas singularidades de nuestra subcomarca hermana en este tema son:
• Están alejadas en el tiempo de la Semana Santa.
• Veneran a San Marcos como patrón de la fiesta.
• Una costumbre excepcional consiste en cascar los huevos cocidos en la frente de cualquier comensal que esté distraído.
• Y “atán al diablo” costumbre que consiste en hacer nudos con las hojas de las retamas simulando atar el mal para que no nos ronde el resto del año.
En fin, lo expuesto pone de manifiesto nuestra rica, extensa y variada cultura con las variantes expresadas en cada lugar de nuestra querida Comarca.


Juan Sánchez-ABRIL-2.014