OLULA DEL RÍO
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Olula del Río:
María “La Reguleta” maestra carretillera.

Extraído del “Programa de Fiestas” ROSCOS y CARRETILLAS 2.016
AUTORA: María Teresa Muñoz Capel.

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Si me preguntan cuál fue la mejor noche de carretillas que recuerdo, diría, honestamente, que no fue en mi barrio.
Hubo un año en el que me empeñé en vivir la fiesta de la pólvora desde más adentro, allí donde los Santos, y esa noche, en la que logré convencer a mis padres, aún no se me olvida.
-Venga, que vamos a ver a María- me dijeron. Era vecina allí en el Camino de los Huertos y todos sabían que donde ella hacía la hoguera, la noche merecía la pena.
Rodeada siempre de gente, no se olvidaba de ofrecer a quien la visitaba un trozo de chorizo o de panceta de la lumbre. Yo llegué con mi docena de carretillas que unas horas antes nos habían dado en el Ayuntamiento a todos los niños. Y una vez las hube tirado todas, María me enseñó a tirar “las de verdad”: las que no eran para niños.
-Anda,- pensé yo, -¡quiero más!- Y así pasó, que quise tanto, tanto, que como aquella noche, no recuerdo ninguna otra…
María Pascual Garre nació en el mes de septiembre de 1.944 allí por detrás del Ayuntamiento. Fue la pequeña de seis hermanos, hijos de Juan “El Reguleto” y María “La Pitera”. Sé por su nuera Inma, que ya con cuatro o cinco años, María salía con su hermano Joaquín a la “Plaza de Los Bancos” y desde allí hacían la procesión por detrás de los hombres, pues por aquel entonces no se veían mujeres entre los carretilleros. Ataviada con el mismo babero de día, unas sandalias de goma, y los calcetines hasta la rodilla, que ya se le caían por los tobillos. ¡Nada que ver a como vestíamos aquella noche!, 50 años más tarde. Dice que ya cuando moceaba empezó a salir con Loli “la Canuta” y María “La Mazamorra”, y hasta hoy, que sigue saliendo con sus hijos, su compañero más leal es José Antonio García Ramos.
Por cada lugar en el que ha vivido, ella siempre ha hecho honor a nuestros santos con una lumbre en su puerta, y tal entrega a nuestra fiesta no podía pasar indiferente. Es por eso que hace ya más de veinte años fue reconocida su dedicación convirtiéndola en madrina de San Sebastian, el santo chico de las “Cuatro Esquinas”. Honor que recibió junto al Chaparro, otro carretillero de excepción. La iniciativa surgió entre otros por la Peña y el Alcalde de la Corporación que por entonces era Don Eugenio Acosta Martínez.
Después de toda una vida de entusiasmo por nuestra fiesta, toda dedicatoria es poca. Porque vete tú a saber, a cuantos niños como a mí les habrá regalado María una parte de su “talín”. Con cuantos habrá ido, y a cuantos habrá mandado después, a buscar palos y retamas secas para la hoguera. Como dice la canción de “Martín el del Pescao”: María “La Reguleta”, madrina del santo chico, que lo quiere y lo venera como si fuera su hijo. Cuando llega el mes de enero, es como los terremotos. Por si alguno no la conoce, diremos que es mujer de Gabriel “El de las motos”.
Espero que disfrutéis de las fiestas, olulenses 2.016 casi tanto como lo hace ella.
¡Viva San Sebastian, y viva San Ildefonso!


Juan Sánchez-ENERO-2.016