OLULA DEL RÍO
Comarca

ALBOX:
“El burro del Tío Ollón”

Autor: Damián Alonso.
15 de Septiembre de 2.008
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Perdura aún entre la gente de Albox un refrán popular que dice así: “Estás más caliente que el burro del tío Ollón”.
Este refranillo se forjó en la época de los años cuarenta, años difíciles de la posguerra: En Albox como en toda la Comarca no había agua corriente en las casas. El agua necesaria para el hogar, había que ir a buscarla a los “Caños” en cántaros y normalmente se utilizaban las bestias con aguaderas para transportarlos. En cada viaje se transportaban cuatro cántaros que era la cabida máxima de las aguaderas. Las aguaderas normalmente estaban hechas de esparto aunque también se utilizaban flejes de los artes del mármol para hacerlas y destinarlas a tal fin principalmente. Cuando se quería transportar mayor cantidad del líquido elemento también se utilizaban carros tirados por algún cuadrúpedo burra/o, mulo/a que portaba un número mayor de cántaros.
Desde muy temprano y, durante todo el día, era un continúo ajetreo de ir y venir a los caños o a la fuente pública los carreros, arrieros y particulares, para proveerse de este líquido tan necesario, ya que era el lugar más próximo para el abastecimiento de la población.
Puestas así las cosas, en este “mundillo”, que acudía a la fuente de los Caños, había un señor llamado Antonio y apodado “El Ollón”, que con su burro se dedicaba a llevar agua a las casas y a las industrias para sacar un salario con que alimentar a su familia y a su burro.
Del señor, Antonio, no hay nada que decir sólo que era un honrado trabajador.
Sin embargo, su burro era un tanto especial, ya que era muy exaltado sexualmente y era un perfecto “violador”. Cuando llegaba a los Caños o en el camino si veía alguna burra, ya estaba rebuznando y con todo el “aparato fuera”, listo para montar a la primera que se pusiera “a tiro”, vamos, para “hacer el amor con ella” sin que le sirviera de impedimento ni cántaros ni atalajes. En ese momento intervenía el amigo Antonio, que entre palos y maldiciones conseguía, algunas veces, frenar los ímpetus de la bestia desbocada por el sexo.
El problema mayor sobrevenía, cuando estando todo el mundo en los Caños en su quehacer de llenar y cargar los cántaros, arribaba alguna burra en celo y, si por desgracia para los dueños o dueñas la ponía cerca del burro tan exaltado, en seguida empezaba el espectáculo: El burro con su característico rebuzno y preparado con su “herramienta”, arremetía contra la burra con la sana intención de abusar de ella, sin tener en cuenta ni obstáculos ni personas, rompiendo cántaros y todo lo que se interponía en su camino. Allí venía el dueño, como siempre, armado de una buena garrota, echando maldiciones y dándole palos al burro, para disuadirlo de sus instintos aunque algunas veces no podía frenarlos.
Por otro lado el dueño de la burra y, mucho más si era mujer, venían imprecando ¡Sinvergüenza! ¡Canalla!, no se sabe, si se refería al burro o a su dueño, que el ¡pobre!, como ya se ha dicho, intentaba por todos los medios que no se llegara a “consumar el acto”.
Todo este espectáculo llegó a tener todavía tintes más grotescos, cuando la dueña de la burra era una mujer y tenía la burra “echada al caballo”, llegando en muchas ocasiones a quitarse el mandil y ponerlo detrás de la culata de la burra para protegerla de las pretensiones espurias del burro. Algunas veces, lo consiguieron; pero otras, el burro arremetía y llegaba hasta el fin con mandil y todo. Allí quedaba la ¡pobre mujer!, toda compungida y llorando, con el mandil recuperado, pero más “guarreado” que las bragas de la secretaria Lewinski, gritando contra el burro y el dueño del animal: -¡Ahora mi burra parirá un rucho!¡Con los gastos que yo he hecho para que la “montara” el caballo…!- decía. ¿¿Esto quien lo paga??... ¿¿Qué hago yo ahora??...Entre tanto, la gente que asistía al espectáculo, con más alegría que pena, entre risas y lamentaciones (falsas), se iban alejando, al tiempo que comentaban “esto son las cosas del burro del Tío Ollón”. De aquí nació el dicho popular o refrán en Albox
“Estás más caliente que el burro del Tío Ollón”.
P.D.-Este texto aparece en el libro “El Refranero Almeriense” de nuestro amigo y paisano el Doctor de Olula del Río Don José Antonio García Ramos.
Juan Sánchez-NOVIEMBRE-2.015